“La escuela vicenciana basa sus esfuerzos en la formación integral de los alumnos de acuerdo con una concepción cristiana de la persona, de la vida y del mundo. Hace una opción por los más débiles en cualquier aspecto de la vida y valora el saber como medio para servir mejor a los demás.”
El alumnado es el centro y destinatario principal de la acción educativa y evangelizadora que se desarrolla en la escuela vicenciana. A cada persona la recibe como “sagrada” y se compromete a acompañarla en su proceso de crecimiento para que lleguen a ser personas felices y libres, comprometidas con la sociedad de su tiempo y, en la medida de los posible, coherentes con los valores evangélicos.
Desde el carisma vicenciano, los Centros educativos definimos y trabajamos una serie de valores y actitudes que posibilitan que cada uno de nuestros alumnos llegue a ser la mejor persona a la que están llamados. Para ello hemos elaborado un perfil de egreso y un itinerario formativo acorde a su edad e intereses, que le permita ir creciendo a su ritmo y según sus circunstancias y personalidad.